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Otro de los grandes: Lalo Rodríguez

Otro de los grandes: Lalo Rodríguez

      Ubaldo Rodríguez, es un nombre que tal vez no diga mucho a los lectores, pero cuando se le menciona por su nombre artístico; el público, de pie, se levanta a vitorear al gran Lalo Rodríguez.

      La fama le llego a muy temprana edad. Con apenas 12 años de edad, ya Ubaldo cantaba con una orquesta de salsa en Puerto Rico llamada Tempo Moderno. A los 15 años la orquesta tuvo la gran oportunidad de alternar con la orquesta del Emperador de la salsa Eddie Palmieri. En aquel momento, el joven cantante le pidió al maestro que le escuchara cantar el son “Sabroso Guaguancó”, tema que Palmieri había grabado en los 60’s. El maestro lo escucho y se fue sin decir nada. A los seis meses regreso y se llevo al joven Ubaldo, colocándole luego el nombre artístico que le definiría por siempre: Lalo Rodríguez.

      Su primera grabación se dio en el año 1973 y llevo por nombre “The sun of the latin music”, álbum que le dio a Lalo su primer premio Grammy. Al año siguiente grabo su clásico “Un puesto vacante”, sencillo que formaría parte del disco “Unfinished masterpiece”, otra de las joyas del maestro Palmieri. En 1980, ya con vasta experiencia, decide formar tienda aparte grabando su primer larga duración como solista titulado “Simplemente Lalo”. Dos años mas tarde grabo la producción “Nuevamente Lalo”, de donde podemos extraer el tema “Niño, el hombre que es soñador es loco”. Posteriormente, durante el año 1985 grabo otro álbum interesante al que puso por nombre “Punto y coma”.

      Algunos especulan que la adicción a las drogas llevó a Lalo a pasar 3 años sin grabar una producción, rompiendo la consecutividad con su público y su carrera. Aunque no se determinó la causa, el regreso fue triunfal: en el año 1988 lanza su álbum “Un nuevo despertar”, donde el sencillo “Ven devórame otra vez”, rompió todos los records de ventas en países como Panamá, Perú, Colombia, Venezuela y España. Y terminó con discos de oro y platino por más de 200.000 mil copias vendidas.

      Sin duda alguna, la historia de este gran cantante es un ejemplo del alcance que se puede tener con dedicación y preparación.

De la Charanga a la Pachanga: La Alegre All Stars

De la Charanga a la Pachanga: La Alegre All Stars

      Hoy comentaremos sobre otro fenómeno surgido antes del boom salsoso y que supo perdurar a través del tiempo, todos los melómanos lo conocen como la “Alegre All Stars”.

      Esta generación de músicos pertenecientes al sello Tico Alegre, estuvo comandada por el extraordinario Charlie Palmieri y otros directores de bandas, quienes hicieron experimentos importantes con armonías profundas, dando paso a un rescate parcial del Jazz Latino. Promediando los años cincuentas, en Cuba, músicos como Israel López “Cachao”, Niño Rivera, Julio Gutiérrez, Bebo Valdez y otros tantos, ya habían obtenido varios éxitos para discos Panart, con el genero de la descarga combinada con elementos de jazz. A este tipo de combinaciones se les llamaría en adelante “Jam Sessions”.

        En Nueva York, jóvenes como los Palmieri y otros grandes músicos del “Palladium Ball Room”, desarrollaron un gran interés por estas descargas. Es así como All Santiago, quien finalmente fungiría como productor general de la Alegre All Stars, se preocupo por reunir lo mas selecto y prometedor de esta música: el dominicano Dioris Valladares, quien se había iniciado como merenguero y había trabajado con las orquestas de Cugat, Noro Morales, Anselmo Sacasas, Enrique Madriguera, José Curbelo y Angel Vitoria. La vocalizacion estaría a cargo de cantantes de sobrada experiencia como Yayo “El Indio”, vocalista puertorriqueño, que había sido líder de su propia orquesta y también perteneció a los Conjuntos de Celso Vega, Tito Puente, Tito Rodríguez, Machito y la Orquesta Panamericana de Lito Peña. Otros convocados fueron Víctor Velásquez, Willie Torres, Elliot Romero y “Chamaco” Ramírez. Todos ellos hacían parte de las voces del conjunto comandado por Charlie Palmieri, líder de la Charanga Duboney, además de compositor, arreglista y conductor de la Alegre All Stars.

      La importancia de esta orquesta reside en el hecho de haber marcado una era latino – jazzistica en los sesentas. El “latin-jazz” era una música de laboratorio que tenia como base un coro; el mambo, donde predominaba el sonido de los metales, dando paso a la improvisación; y un sonero, que en algunas ocasiones era de corte tradicional o simplemente algún joven motivado por la sonoridad de la época. Fue una música que se apoyo en los viejos sones cubanos, pero con un nuevo estilo citadino.

      De la Alegre All Stars, se guardan aun, extraordinarios registros musicales, que demuestran la versatilidad y el ingenio de los músicos latinos.

      Es todo por ahora, se les quiere de gratis: R.L.

“ESE BARBARAZO………..ACABO CON TO’……”

“ESE BARBARAZO………..ACABO CON TO’……”

      Al hablar del merengue dominicano, cualquiera piensa de forma inmediata en baile, alegría, anécdotas y arraigo de pueblo. Fueron precisamente todos estos elementos los que le dieron cabida a este genero en pleno boom comercial de la salsa en Nueva York, y que a la postre llenaría el vació que quedó en los melómanos al sucumbir el movimiento salsoso en la llamada capital del mundo. 

      A finales de 1978, se estimaba que unos 400.000 dominicanos residían en La Gran Manzana; lo cual, además de servir de soporte monetario al impacto salsoso, también demandaba la cadencia de su merengue tradicional. Es así como el dominicano Jhonny Pacheco, comienza a incluir piezas de merengue en la mayoría de discos producidos por Fania Records. Temas como “Los diablitos” del mismo Pacheco y “Ahora que estoy sabroso” de Ismael Miranda, reflejaban esa nueva estrategia de mercadeo. Pero a este merengue le faltaba la picardía del dominicano, la expresión fiel de un pueblo que de forma alegre manifestaba sus vivencias.

      Paralelamente los músicos de Santo Domingo, exhibían temas donde convergían diversos elementos melódicos de forma única. Justamente, un joven trompetista dominicano, sería el encargado de universalizar su folklore: Wilfrido Vargas.

      Wilfrido era el líder de una orquesta llamada “Los beduinos”, la cual no tardo en cobrar una popularidad realmente impresionante. Su primer gran éxito, “El barbarazo”, publicado en 1978, abrió las puertas para otras agrupaciones como “Los kenton” y “Los hijos del rey”, que tenían como virtud principal un alarde coreográfico asombroso.

     Poco a poco, el merengue se iba apoderando del gusto popular. Por tal motivo, los dominicanos que residían en Nueva York tuvieron la oportunidad de celebrar con un gran concierto en el Radio City Music Hall de Nueva York, el 135 aniversario de la independencia de su país. Fue un gran espectáculo, cuya apertura estuvo a cargo de Los Kenton, para luego dar paso a la excelente interpretación de Primitivo Santos, quien junto a Joseito Mateo, cantaron emotivas piezas a dúo.Posteriormente haría su entrada el Cuco Valoy, arrancando lagrimas a los presentes para cerrar Los Beduinos del gran Wilfrido Vargas, en una noche catalogada por los autores como patriótica y perfecta. Este concierto fue el sello que dejo al merengue como heredero de lo que antes había hecho la salsa.

      Al sucumbir este genero por el derrumbe de Fania, los nombres de Wilfrido Vargas, Fernandito Villalona (El Mayimbe), Rubby Pérez, Cuco y Ramón Orlando Valoy, Jhonny Ventura, Dioni Fernández, Sergio Vargas, Juan Luis Guerra y otros tantos, impregnarían de sabor a toda Latinoamérica. Esta hegemonía se haría perdurable, hasta el surgimiento de la salsa romántica a finales de los 80’s. Sin embargo no es errado decir, que la sangre de los habitantes del Caribe, esta constituida por salsa y merengue; la primera concebida de las mas profundas raíces para convertirse en un elemento comercial de dimensiones inimaginables, mientras que el segundo, expresión del folklore de la “Republica” de forma absoluta, ha sido elemento permanente de nuestra música popular, con todas sus variantes y modernismos.

      Recuerden nuestra cita con Sabor Latino por Falconia TV, en Paraguaná y nuestra columna en el Diario “Nuevo Día” los sábados en el encartado Letra Viva. Se les quiere de gratis... R.L.

¡Pa fuera!...¡Pa´la calle!...

¡Pa fuera!...¡Pa´la calle!...

      Para las décadas de los 50's y 60's, surgió en Santurce, Puerto Rico, una de las grandes orquestas del ámbito latino que, aun sin tener la fastuosidad de otras, oriundas de la ciudad de Nueva York; logro brillar profundamente durante su permanencia en el mercado, hablamos de "Cortijo y su Combo". Pero esta orquesta, no logro perdurar en el tiempo, y con bruscos movimientos, se disolvió en el año 1962. La brusquedad residió en la deserción del pianista Rafael Ithier y otros músicos, quienes se reunificaron, ese mismo año  en lo que hoy conocemos como "El Gran Combo de Puerto Rico".

      Esta gran orquesta boricua, logró convertirse con el paso de los años, en la mejor agrupación de salsa fuera de Nueva York, con estilos frescos y renovados, sin ostentar la complejidad de los arreglos de la salsa producida en La Gran Manzana, pero compensando con frescura y sabor caribeño en sus sones, amen de contar con un espectáculo de bailes y pregones típicos de la picardía del Caribe.

      Al momento de conformarse, Rafael Ithier contaba con los servicios del experimentado cantante Pellin Rodríguez, pero faltaba un sonero complementario. Es así como Ithier descubre a Andy Montañez en un barrio de Santurce llamado Trastalleres, y comenzó una historia repleta de éxitos y premios. Además de sus impresionantes dotes vocales, Montañez, tenía la capacidad de asimilar, con mucha habilidad, las modas y estilos de Nueva York. En el año 1974 se incorpora a la orquesta al cantante Charlie Aponte, quien hasta nuestros días identifica con su voz a la agrupación. Otros de los elementos que hicieron mas genuino el sabor de "los mulatos del sabor", fue el de haber creado su propio sello llamado EGC, escapando así de las pretensiones y limitantes de la Fania, para entonces, el imperio disquero del Caribe.

      Sin embargo, no transcurrió mucho tiempo para que El Gran Combo sufriera un duro golpe: en 1977, tras el vacío dejado por Oscar D'leon, la Dimensión Latina contrata a Andy Montañez, por una suma insólita en la historia de la salsa. Con montañez en Venezuela, Ithier lo sustituye por Jerry Rivas; logrando mantener a flote a la muy popular orquesta.

      A lo largo de su trayectoria, El Gran Combo ha logrado cosechar innumerables éxitos: "Julia", "Lamento jíbaro", "Vagabundo", "Eliminación de feos", "Nido de amor", "Azuquita pal' café", "La muerte", "No hay cama pa' tanta gente", son constancia de ello

      La presencia del Gran Combo de Puerto Rico en el panorama internacional, ha dado paso al ascenso de muchos de sus coterráneos en el mundo entero. Sin duda, toda una escuela de la música latina.

      Es todo por ahora. Se les quiere de gratis....Ronny (rluquez@msn.com)

Las Cien Mejores (I)

Las Cien Mejores (I)

En Panamá, una emisora de radio realizó una encuesta para determinar cuales eran -según sus oyentes- las cien mejores canciones de Salsa de todos los tiempos. Aquí les dejamos la primera entrega con cincuenta seleccionadas. El orden es aleatorio y pensamos que aún faltan muchas más que en su momento referiremos. Por lo pronto aceptamos sus sugerencias.

1.      Eddie Palmieri (Vámonos pal monte)

2.      Richie Ray y Bobby Cruz (Sonido Bestial)

3.      Oscar D' León y Dimensión Latina (Llorarás)

4.      Willie Colon y Héctor Lavoe(Che che colé)

5.      Celia Cruz y Pacheco (Quimbara)

6.      El Gran Combo (Vagabundo)

7.      Ismael Rivera (El Nazareno)

8.      Rubén Blades (Pedro Navaja)

9.      Henry Fiol y Saoco (Siempre seré guajiro)

10. Roberto Torres (Caballo viejo)

11. Larry Harlow e Ismael Miranda (Señor sereno)

12. Héctor Lavoe (El periódico de ayer)

13. Cheo Feliciano (Salomé)

14. Lalo Rodríguez (Devórame otra vez)

15. Conjunto Clásico (Madre)

16. Eddy Santiago (Lluvia)

17. Raphy Leavitt y la Selecta (Jibaro soy)

18. Orquesta la Solución (La rueda)

19. Frankie Ruiz (Desnúdate mujer)

20. Marc Anthony y la India (Vivir lo nuestro)

21. Fania All Star (Aguanile)

22. Willie Rosario (Es que no sabes querer)

23. Richie Ray y Bobby Cruz (Yo soy la salsa)

24. Papaíto (Es mi Veracruz)

25. Willie Colon (Gitana)

26. Ismael Rivera (Quítate de la vía perico)

27. Johnny Pacheco (El agua de clavelito)

28. Eddy Santiago (Tu me quemas)

29. Fania All Stars (Anacaona)

30. Tito Rojas (Nadie es eterno)

31. Grupo Niche (Hagamos lo que dice el corazón)

32. Ismael Rivera (El pañuelito)

33. Ismael Miranda (Cipriano Armenteros)

34. Henry Fiol (Ven y baila mi son)

35. Oscar D' León (Hechicera)

36. Rubén Blades y Willie Colon (Tiburón)

37. Linda Leyda (Tumba)

38. Celia Cruz y la Sonora Matancera (El yerberito)

39. Larry Harlow (Congo bongo)

40. Ismael Rivera (Dime porque)

41. Tito Puente (El rey del mambo)

42. Willie Colon y Rubén Blades (Como un huracán)

43. Frankie Ruiz (Esta cobardía)

44. Eddy Santiago (Todo empezó)

45. La Sonora Matancera (Mala Mujer)

46. Oscar D' León (Mi bajo y yo)

47. El Gran Combo (Brujería)

48. Cuco Valoy (Juliana)

49. Anthony Cruz (Me gustas)

50. Paquito Guzmán (25 rosas)

Esperen proximamente la segunda entrega... Besos... Jasmina

El Sonero del Mundo en Paraguaná

El Sonero del Mundo en Paraguaná

             

   Hola, bienvenidos al fascinante mundo de la música afrocaribeña. Este será un espacio destinado al realce de los géneros musicales que identifican nuestra sangre latina. Se les quiere de gratis... Ronny

   Para dar comienzo a este viaje caribeño, reseñamos la visita del “Sonero del Mundo” Oscar D’ León a tierras paraguaneras, el pasado 6 de enero, en el marco de la celebración anual del día del comerciante.

   Una expectativa prevalecía en el ambiente cuando ya se anunciaba la pronta actuación del sonero… todos los presentes anhelaban verlo desde hacía mucho. Cuando finalmente hizo su entrada al escenario, el afamado Oscar Emilio León, el tiempo pareció paralizarse, el público, inerte en la pista de baile, sólo atinaba a observar de manera hipnótica como el artista y su orquesta abrían una presentación que desde hacía cerca de una década no se realizaba en la ciudad de Punto Fijo.

   Nos resulta interesante entonces, comentarles datos sobre la vida de este gran icono musical venezolano.

   Oscar Emilio León nace en Antímano, lugar de ritmo y guaguancó que albergaba diversas expresiones latinas; sin embargo, el joven músico empírico, tuvo que dedicarse a oficios no relacionados con la música, como el de camionero y taxista para poder llevar el sustento a su hogar. Pero fue precisamente el oficio de taxista, que le dio la oportunidad de conocer al percusionista  José “Cheíto” Rodríguez durante una “carrerita”; este le invito a un ensayo de una agrupación de salsa que se estaba gestando para aquel año de 1972.

   Entre los aspirantes a conformar dicha orquesta se encontraban “Cheito” Rodríguez, Cesar “Albondiga” Monje, Marcolino Dimond y el futuro “Diablo de la Salsa” Oscar D’ León.  Lograron fusionar sus ideas y cualidades, y es así como en aquel año, nace la orquesta venezolana de salsa con mayor proyección internacional de todos los tiempos: La Dimensión Latina.

   Melómanos de la época, relataban el impacto que provocaba en el publico y los productores de espectáculos, aquel solista: ¡cómo puede ese cantante, tocar el bajo, bailar y sonear al mismo tiempo!, era una de las expresiones mas frecuentes para los espectadores de la “Dimension Latina”. Fueron muchos los éxitos de Oscar con esta gran orquesta, pero a finales de 1975, la separación era inminente. Cantantes como el zuliano Argenis Carruyo, y el boricua Andy Montañez, serían llamados a reemplazarlo, pero no fue posible llenar su espacio.

   Por su parte, Oscar se mantuvo pujante en su empeño por seguir desarrollando su carrera artística; formo la orquesta “Oscar D’ León y su Salsa Mayor”, donde, teniendo como aliado a su antiguo compañero de La Dimensión, Wladimir Lozano, logro exitos de gran talla.

   Fueron muchas las satisfacciones y desafueros para el sonero en cuestión, pero el tiempo que todo lo dice, finalmente nos ha brindado un talento que se ha convertido en bandera nuestra en el mundo entero, una estrella que ha brillado con luz propia sin someterse totalmente a las imposiciones de sellos disqueros como lo hicieran sus colegas caribeños. Hoy por hoy, reconocemos a este gran ídolo salsero, como el más destacado sonero de la actualidad, admirado por los más grandes como Tito Puente, Celia Cruz, Jhonny Pacheco, Arturo Sandoval entre otros. Muchas serán las memorias que se podrán comentar la vida del sonero, pero entre ellas una muy cercana para el paraguanero será del  6 de Enero de 2007, cuando un Oscar, inagotable, regaló su talento en la Península de la Amistad.