Blogia
Sabor Latino

“ESE BARBARAZO………..ACABO CON TO’……”

“ESE BARBARAZO………..ACABO CON TO’……”

      Al hablar del merengue dominicano, cualquiera piensa de forma inmediata en baile, alegría, anécdotas y arraigo de pueblo. Fueron precisamente todos estos elementos los que le dieron cabida a este genero en pleno boom comercial de la salsa en Nueva York, y que a la postre llenaría el vació que quedó en los melómanos al sucumbir el movimiento salsoso en la llamada capital del mundo. 

      A finales de 1978, se estimaba que unos 400.000 dominicanos residían en La Gran Manzana; lo cual, además de servir de soporte monetario al impacto salsoso, también demandaba la cadencia de su merengue tradicional. Es así como el dominicano Jhonny Pacheco, comienza a incluir piezas de merengue en la mayoría de discos producidos por Fania Records. Temas como “Los diablitos” del mismo Pacheco y “Ahora que estoy sabroso” de Ismael Miranda, reflejaban esa nueva estrategia de mercadeo. Pero a este merengue le faltaba la picardía del dominicano, la expresión fiel de un pueblo que de forma alegre manifestaba sus vivencias.

      Paralelamente los músicos de Santo Domingo, exhibían temas donde convergían diversos elementos melódicos de forma única. Justamente, un joven trompetista dominicano, sería el encargado de universalizar su folklore: Wilfrido Vargas.

      Wilfrido era el líder de una orquesta llamada “Los beduinos”, la cual no tardo en cobrar una popularidad realmente impresionante. Su primer gran éxito, “El barbarazo”, publicado en 1978, abrió las puertas para otras agrupaciones como “Los kenton” y “Los hijos del rey”, que tenían como virtud principal un alarde coreográfico asombroso.

     Poco a poco, el merengue se iba apoderando del gusto popular. Por tal motivo, los dominicanos que residían en Nueva York tuvieron la oportunidad de celebrar con un gran concierto en el Radio City Music Hall de Nueva York, el 135 aniversario de la independencia de su país. Fue un gran espectáculo, cuya apertura estuvo a cargo de Los Kenton, para luego dar paso a la excelente interpretación de Primitivo Santos, quien junto a Joseito Mateo, cantaron emotivas piezas a dúo.Posteriormente haría su entrada el Cuco Valoy, arrancando lagrimas a los presentes para cerrar Los Beduinos del gran Wilfrido Vargas, en una noche catalogada por los autores como patriótica y perfecta. Este concierto fue el sello que dejo al merengue como heredero de lo que antes había hecho la salsa.

      Al sucumbir este genero por el derrumbe de Fania, los nombres de Wilfrido Vargas, Fernandito Villalona (El Mayimbe), Rubby Pérez, Cuco y Ramón Orlando Valoy, Jhonny Ventura, Dioni Fernández, Sergio Vargas, Juan Luis Guerra y otros tantos, impregnarían de sabor a toda Latinoamérica. Esta hegemonía se haría perdurable, hasta el surgimiento de la salsa romántica a finales de los 80’s. Sin embargo no es errado decir, que la sangre de los habitantes del Caribe, esta constituida por salsa y merengue; la primera concebida de las mas profundas raíces para convertirse en un elemento comercial de dimensiones inimaginables, mientras que el segundo, expresión del folklore de la “Republica” de forma absoluta, ha sido elemento permanente de nuestra música popular, con todas sus variantes y modernismos.

      Recuerden nuestra cita con Sabor Latino por Falconia TV, en Paraguaná y nuestra columna en el Diario “Nuevo Día” los sábados en el encartado Letra Viva. Se les quiere de gratis... R.L.

0 comentarios